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martes, 7 de abril de 2020

TEORÍAS EVOLUTIVAS. LAMARKISMO Y DARWINISMO

Antes del siglo XIX la gran mayoría de los científicos y filósofos pensaban que la vida la había creado Dios (creacionismo). Muchos incluso pensaban que los seres vivos habían surgido como se explica en el libro del Génesis del Antiguo Testamento. Este era el caso de Carl von LINNEO (1707-1778), uno de los grandes nombres de la Biología, al que debemos el sistema de clasificación de las especies.
También el padre de la Paleontología, George CUVIER (1769-1832), consideraba que las especies habían sido creadas y que éstas no cambiaban a lo largo de la historia de la Tierra (fijismo). Los fósiles de seres vivos que se encontraban y que eran seres que ya no existían, los explicaban a través de los relatos bíblicos del diluvio universal y otras catástrofes. Según estos autores, Dios habría realizado varios procesos de creación después de las grandes extinciones.

A partir del siglo XVIII y especialmente en el siglo XIX muchos pensadores empezaron a cuestionarse el creacionismo y el fijismo. Los grandes viajes de exploración a través de la Tierra permitieron conocer mejor los seres vivos y sus diferencian en los distintos continentes. Uno de los primeros pensadores que enunció una teoría sobre cómo pueden haber cambiado las especies (evolucionismo) fue Jean Baptiste de Monet, caballero de LAMARCK (1744-1829).
Según la teoría evolutiva propuesta por Lamarck (lamarckismo) los seres vivos van adquiriendo caracteres que le son beneficiosos para sobrevivir y éstos pasan a sus hijos. Si un órgano se usa más, tiende a perfeccionarse con el tiempo y si un órgano no tiene utilidad, se perderá con el tiempo. Estos cambios adquiridos a lo largo de la vida, los heredan los descendientes. Así cambiarían las especies y se produciría la evolución de las mismas.

Cualquiera que se pare a pensar un poco, se dará cuenta de que los caracteres que desarrollamos a lo largo de nuestra vida no son heredados por nuestros hijos. Y eso ocurre incluso en los microorganismos. Solo se hereda lo que está en nuestros genes.
Sin embargo, muchas personas siguen percibiendo el proceso evolutivo como lo planteaba Lamarck, y la idea de que si un órgano no se usa, se perderá, sigue perviviendo en la mentalidad colectiva. ¿Alguna vez te ha dicho un dentista que como las muelas del juicio no se usan, se terminarán perdiendo? Pues ahí lo tienes. Puro lamarckismo.

En el siglo XIX Charles DARWIN y Alfred Russel WALLACE establecen una teoría evolutiva (darwinismo) según la cual las especies están formadas por individuos diferentes entre sí. Estos individuos compiten por los recursos que tienen en el ambiente. De este modo, los que tengan los mejores caracteres sobrevivirán. Si esos caracteres que los hacen mejores son hereditarios, sus hijos también los adquirirán y podrán sobrevivir mejor. Este proceso se llama SELECCIÓN NATURAL, y es el que explica que las poblaciones evolucionen.

Puedes ver este video para entenderlo mejor.